La organización de una boda es un trabajo de precisión, que requiere de mucho tiempo y de muchos detalles. Son muchos los elementos a tener en cuenta, ya sea por parte de la pareja o bien por el profesional organizador con el que hayan querido contar. Realmente algunos aspectos están al cien por cien en manos de los novios, como la elección de la fecha o el número de invitados, pero la mayoría del resto de tareas puede llevarlas a cabo un Wedding Planner.

A continuación, queremos mostraros un breve timing de la preparación de los puntos principales de una boda, para que podáis calcular vuestros tiempos y tener lista la boda de vuestros sueños sin agobio.

Checklist: tiempos de organización

Cada boda es un mundo, hay bodas de mayor o menor tamaño, algunas que requieren de más trabajo y otras que con un par de detalles están prácticamente listas. Por esta razón, no es necesario seguir al pie de la letra la siguiente checklist, pero es una forma muy sencilla de conocer cuáles son las prioridades y qué elementos deben organizarse primero.

Entre 10 y 12 meses antes de la boda:

Lo primero de una lista de organización de bodas es definir la fecha del enlace, el tipo de ceremonia y el listado inicial de invitados, así como fijar el presupuesto para la contratación de todos los proveedores.

En este plazo también se debe decidir el lugar donde se van a llegar a cabo la ceremonia y la celebración, así como el tipo de convite.

Es el momento ideal para definir el estilo de la boda, en función de los gustos de la pareja, a partir del cual podréis ir buscando inspiración para la decoración.

No os olvidéis de la ropa de cada uno, sobre todo si no queréis comprar un traje o vestido ya elaborado, sino que preferís que un diseñador os haga uno a medida, ya que el diseño y creación del mismo lleva su tiempo, además, la agenda de los principales modistos suele cerrarse con meses de antelación.

Entre 7 y 9 meses antes del gran día: 

Es el momento de contratar algunos de los principales proveedores, como el fotógrafo y videógrafo o el maestro de ceremonias, en caso de ser necesario.

También es el momento adecuado para definir la lista de bodas y diseñar la web nupcial si así lo deseáis.

Una vez llevada a cabo la investigación e inspiración, en este tiempo se debe comenzar a definir la decoración global del enlace.

Además, si queréis contar con música en directo, también se debe cerrar con bastantes meses de antelación.

6 meses antes:

Es momento de elegir la ropa definitiva, así como los complementos que va a llevar cada uno.

Elegid las invitaciones y preparad el resto de papelería necesaria.

También es momento de comenzar con la organización de la Luna de Miel, eligiendo los posibles destinos deseados.

Medio año antes del gran día se debe comenzar todo el papeleo, preparando y empezando a solicitar todos los trámites legales necesarios.

Entre 4 y 5 meses antes:

Y llega uno de los momentos clave, el reparto de las invitaciones. Además, durante este tiempo también se deben elegir las damas de honor y los testigos, para posteriormente hacérselo saber.

Otros aspectos que se deben llevar a cabo son la elección de la decoración final y las flores y la contratación de los vehículos, tanto para los novios como para los invitados. 

Entre 2 y 3 meses antes de la boda:

Se deben probar las distintas opciones de menú en el lugar seleccionado para el banquete y elegir la definitiva.

También se deben comprar las alianzas y las arras, así como el ramo de la novia.

No podéis olvidaros de reservar cita en la peluquería, tanto para el gran día como para la prueba.

Una o dos semanas antes del enlace:

Realmente todo debe estar ya contratado, en este momento solo se deben ultimar los detalles, tanto de la boda, como del viaje de novios: prueba de vestuario, tratamientos de belleza, listado de canciones y ensayo de la ceremonia.

Una de las cosas más importantes que debéis hacer, aunque cada persona decide cuál es el momento adecuado para llevar a cabo esta tarea, es la redacción de los votos matrimoniales.

Uno o dos días antes:

Ahora sí que sí solo quedan los últimos detalles, retoques de belleza, preparar la maleta, la cena preboda, tan común últimamente, etc.

Y una última tarea para añadir a la lista, aunque esta se debe realizar durante toda la organización e, incluso, el día de la boda: ¡disfrutar!